19 abr. 2024

La Constitución “se acata, pero no se cumple”

Un nuevo Marzo paraguayo ha sacudido la conciencia y la sensibilidad de los ciudadanos, como si no hubiéremos aprendido las dolorosas lecciones del pasado. Como en 1999 y en otras recordadas circunstancias, hay que buscar más allá de las causas aparentes: las del descontrol ciudadano o la brutalidad policial.

Y es que hemos visto, una vez más, que la ambición desmedida de políticos lleva a situaciones en que se quiebran las reglas elementales de convivencia, las leyes de la república y la Constitución Nacional.

Los medios de comunicación han venido reflejando, puntillosamente, la escalada del intento de reelección mediante la enmienda constitucional, a pesar de los razonados cuestionamientos de juristas e intelectuales a una iniciativa que ya había merecido el repudio de la ciudadanía.

Es preocupante que un sector considerable de la clase política y de adherentes a los partidos, considere que la Constitución y las leyes no valen más que los papeles en los que fueron escritas. Tal vez eso provenga a aquel pretexto que los colonizadores usaban para ignorar las leyes que la Corona española promulgaba para proteger a los indígenas: “Se acata, pero no se cumple”.

Para acatar, pero no cumplir la Constitución, se le dan fantasiosas interpretaciones, que no solo riñen con el derecho, sino con la razón y la gramática. Pero lo que hasta ahora era una discusión política o intelectual, ha generado violencia, crispación y la muerte de un joven compatriota.

Los hechos han despertado la atención de los medios internacionales, y una intervención del Papa, instando a encontrar soluciones políticas adecuadas. Como respuesta a ese llamado, el presidente convocó a un diálogo entre los actores políticos y la Conferencia Episcopal Paraguaya, que también se había pronunciado críticamente.

Pero ¿sobre qué bases se daría ese diálogo? El presidente invita a un diálogo sin condicionamientos, pero al mismo tiempo elige quiénes serán los interlocutores, y a la vez delega en otros su representación.

Del otro lado, los dirigentes opositores ponen como condición que su contraparte renuncie al propósito de la enmienda para la reelección, lo que sería un despropósito, porque, ¿qué sentido tiene poner como condición lo que es el tema mismo de la negociación?

Los expertos en negociación dicen que el mayor error es negociar con base en “posiciones”, sino que es preciso ponerse de acuerdo previamente en “intereses”, es decir, cuáles son los objetivos o resultados esperados de la negociación. En otras palabras, hay que debatir primero los fines a los que se aspira, para luego analizar los medios para lograrlos.

Y ese es el problema que nos lleva al bloqueo actual. Ni la reelección, ni la enmienda son fines, sino medios para alcanzar fines que no están siendo debatidos. Si la reelección fuera deseable para lograr continuidad y estabilidad de políticas públicas, la enmienda no es el medio adecuado, dice la Constitución, que sí admite la reforma. Pero la no reelección también es un medio, para estimular la alternancia y evitar la perpetuación de líderes que tienden al autoritarismo.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.