Campos, de 64 años, fue asesinado el pasado 17 de agosto en Santa Luzia (Brasil) tras recibir cinco disparos en plena calle, cerca de su vehículo y a la salida de la casa de unos amigos.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH recordó que Campos es el cuarto periodista asesinado este año en Brasil tras João Miranda do Carmo, Manoel Messias Pereira y João Valdecir de Borba, por lo que instó al país a actuar.
De este modo, la CIDH consideró “esencial” que Brasil “ajuste” su Programa de Protección para Defensores de Derechos Humanos “a las necesidades de los periodistas” y “que fortalezca los mecanismos de protección para los comunicadores”.
Recordó, asimismo, que Brasil “tienen la obligación de adoptar medidas para prevenir la violencia contra periodistas, trabajadores/as de los medios de comunicación, y proteger a periodistas que se encuentran en una situación de riesgo”.
Finalmente, también instó a las autoridades brasileñas a “actuar con prontitud y diligencia para aclarar los motivos del asesinato e identificar y sancionar a los responsables”.
Campos Rosa era colaborador del grupo “Diários Associados” y propietario del periódico local gratuito “O Grito”, que se distribuía en Santa Luzia desde hacía más de 20 años.
Unos días antes de su asesinato, “O Grito” había denunciado la participación irregular de varios concejales en una cooperativa de recogida de residuos.
El responsable de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en la región, Emmanuel Colombié, dijo, por su parte, que el asesinato de Campos Rosa “no puede ni debe caer en el olvido ni la impunidad, como ocurre todavía con demasiada frecuencia en América Latina”.
