Turquía había advertido que continuaría atacando a los combatientes kurdos en el norte de Siria si no se retiraban al este del Éufrates. Ankara busca impedir que los kurdos sirios formen un cinturón de territorios en su frontera, al considerar que esto amenazaría la seguridad de Turquía.
Hablando bajo condición de anonimato al discutir operaciones en curso, el funcionario estadounidense dijo a la AFP que las milicias kurdas YPG se dirigieron al este en los últimos dos días. “Todos los YPG están al este del Éufrates”, indicó el funcionario.
Señaló que todavía algunos kurdos permanecen al oeste del río, pero no son parte de YPG (Unidades de Protección del Pueblo Kurdo). El secretario de prensa del Pentágono, Peter Cook, dijo más temprano que la retirada de YPG al este se había producido en gran medida.
La incursión, que vivió ayer su sexto día, se inició tras la conquista por parte de milicias kurdas de la estratégica localidad en Manbech, hasta entonces en manos de los yihadistas del Estado Islámico (EI). El objetivo inmediato, alcanzado en menos de dos días, fue apoyar la conquista de Yarábulus por parte del Ejército Libre Sirio (ELS) y liberar la ciudad del control yihadista.
Ankara teme un fortalecimiento de los rebeldes kurdos en su propio territorio, el proscrito Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), considerado terrorista por Turquía, EEUU y la Unión Europea (UE). AFP-EFE