El magistrado resolvió constituirse, en la mañana de este lunes, en el centro médico para chequear el estado de salud del ex presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Nicolás Leoz, quien está internado desde la semana pasada.
“Para optimizar los procesos en el pedido de extradición, el Juzgado resolvió constituirse el día de hoy, en compañía de los forenses del Poder Judicial y del Ministerio Público, para chequear el estado de salud y proceder a la identificación del requerido”, informó Otazú.
Otazú decidirá, posteriormente, si ordena o no la detención de Leoz, luego de recibir el informe de los médicos que lo evaluarán en el Migone, informó la periodista de ÚH, Marcia Martínez.
Leoz está entre los dirigentes de la FIFA acusados por organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero, entre otros, en los Estados Unidos. Ese país pidió, vía Cancillería, su detención con fines de extradición.
El juez también solicitó al Poder Judicial los antecedentes judiciales, para conocer si no existe otra causa pendiente. También remitirá copias al abogado de Nicolás Leoz para que pueda ejercer la defensa del procesado.
Seis exponentes del máximo organismo futbolístico ya fueron detenidos en Zúrich, Suiza, cuya extradición fue concedida a los Estados Unidos.
De acuerdo con la investigación, los acusados estarían implicados en la obtención de sobornos por valor de más de USD 150 millones, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Nicolás Leoz renunció a la presidencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol en el año 2013, tras 27 años de estar al frente.
La razón de su adiós fue un caso de corrupción (aceptado por la FIFA en su momento) por el dirigente paraguayo. João Havelange y Ricardo Teixeira habrían aceptado sobornos por parte de una empresa que quería encargarse de los derechos de televisión de los mundiales de fútbol de 2002 y 2006.
“Corrupción rampante, sistemática y profundamente enraizada” es la descripción de la fiscal general Loretta Lynch, que puntualiza que “se ha extendido en las dos últimas generaciones de federativos que abusaron de sus puestos de confianza para conseguir millones de dólares en mordidas y sobornos”.
La fiscal general norteamericana señala como víctimas a multitud de competiciones y torneos de países en desarrollo, que deberían haberse beneficiado de los ingresos generados con la comercialización de los citados derechos, y los aficionados en Estados Unidos y en todo el mundo.