Los dirigentes de base fueron los primeros en protestar por la conformación del gabinete del presidente Horacio Cartes, y por la falta de puestos para los colorados.
Al defender la postura de los dirigentes de base, el legislador manifestó que “sin ellos, el Partido no funciona”.
Velázquez fue más tajante al vaticinar que “sería un suicidio dejar de lado los intereses de la dirigencia”.
Por ello, señaló que “reivindica” la posición de los seccionaleros, y aseguró que seguirá haciéndolo.
De esta manera, el senador Velázquez asume que está del lado de los dirigentes de base, quienes reclaman al presidente Horacio Cartes mayor espacio en la función pública.
Consultado si el internismo puede influir en las bancadas coloradas, el presidente del Congreso opinó que no, y se definió como institucionalista.
Sobre su colega y presidenta de la ANR, Lilian Samaniego, dijo que ella “pelea por intereses”. Al insistírsele sobre el sentido de su respuesta, repitió “por los intereses”, dando a entender que la titular colorada solo lucha por ella y su entorno.
Refirió que sería muy difícil que todos los colorados piensen de la misma manera.
Por su parte, el líder de la bancada del Senado, Luis Castiglioni, también se autocalificó como institucionalista y señaló que el partido no se dividirá.
Al ser consultado si la titular del partido también es institucionalista, Castiglioni solo guardó silencio.