Por Raúl Ramírez Bogado
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La jueza Penal de la Adolescencia, Edith Coronel, se excusó de seguir como magistrada en el caso de la supuesta violación en el Club Centenario. Además, denunció amenazas telefónicas de una de las abogadas defensoras.
Con esta situación, ahora, la causa queda sin magistrada, ya que debería pasar al juzgado que le sigue en turno, a cargo de la jueza Teresa Franco, que en una ocasión anterior se había excusado, pero fue impugnado por su colega de la Niñez, Graciela Rolón.
Al contestar la ampliación de la recusación que se había hecho ya en el Tribunal de Apelación Penal de la Adolescencia, la jueza Coronel negó que haya tenido interés personal en la causa, por lo que rechaza la parcialidad manifiesta alegada por la defensa.
La recusación había sido ampliada por los abogados Carlos Bogado y Jorge Sabate, defensores del único acusado en la pesquisa.
La jueza sostiene que, en principio, las constantes recusaciones de las defensas no generaron enojo alguno en su persona.
No obstante, Coronel apunta que las acciones, actuaciones y expresiones de la abogada Ada Carolina Ferreira de Gorostiaga puso a conocimiento de los camaristas.
LLAMADAS. Apunta que recibió llamadas “intimidatorias” de parte de quien resultó ser efectivamente la citada profesional, según se corrobora con el informe de la compañía telefónica, requerido por la fiscala Mercedes Caniza Argüello.
La jueza remarca que existe una persecución contra su persona, que daña su buen nombre, y quieren apartarla de las vías procesales.
Con ello, a raíz de lo acontecido, hizo nacer en la jueza sentimientos negativos hacia los abogados de la defensa, por lo que afectaron su fuero íntimo y decidió excusarse de la causa.
Refiere que perdió la objetividad hacia los abogados Gorostiaga, Bogado y Sabate, ya que entiende que sus denuncias son fantasiosas, paranoicas e infundadas.
Con ello cita el artículo 50, incisos 13 y 12 del Código Procesal Penal, y se excusa por decoro y delicadeza.
FISCALA. La denuncia recibida por la Comisaría 8ª Metropolitana, fue investigada por la fiscala Mercedes Caniza. En la misma se apunta que el 13 de diciembre del 2014, la jueza recibió tres llamadas del teléfono 0981555666. En la tercera ocasión, ante la insistencia, Coronel respondió.
Ahí una persona, que dice ser “Carol Gorostiaga”, consulta si es Edith Coronel. Ante la respuesta afirmativa, le pregunta si su hijo iba a viajar, pero ella le dice que no, por lo que le dice “que se despida de su hijo”. La jueza explicó en su denuncia que ella juzga el caso Centenario, y que la abogada es defensora en el proceso. En la investigación fiscal se supo que el número es de Gorostiaga.