BRASILIA - BRASIL
Un juez del Tribunal Supremo suspendió ayer temporalmente al presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, quien la semana pasada pasó a ser procesado por corrupción.
El magistrado Marco Aurélio Mello aceptó un pedido del partido Rede Sustentabilidade y argumentó que, al convertirse en reo, Calheiros no puede ser jefe del Senado porque se encuentra en la línea de sucesión de la Presidencia.
El Tribunal Supremo aceptó la semana pasada la denuncia presentada por la Fiscalía, que apunta que Renan Calheiros recibió coimas de la constructora Mendes Júnior para pagar la pensión de una hija que tuvo fuera del matrimonio.
El magistrado Marco Aurelio debe llevar ahora la decisión provisoria al seno del Supremo Tribunal.
El senador Jorge Viana, del PT, es el que asume ahora la presidencia del Senado. Sin Calheiros, el presidente de la República, Michel Temer, puede tener dificultades para tramitar su paquete de ajuste fiscal que incluye la reforma del sistema de jubilaciones, presentado ayer.
El presidente Michel Temer confirmó ayer que un proyecto de reforma del régimen de jubilaciones y pensiones que remitirá esta semana al Parlamento propone fijar en 65 años la edad mínima para acceder a beneficios sociales.
“El proyecto está siendo finalizado”, ya fue discutido con diversos sectores de la sociedad civil, entre ellos sindicatos y organizaciones empresariales, y es absolutamente necesario para ponerle freno al creciente déficit del sistema de pensiones, dijo.
Según las leyes actuales, en Brasil las mujeres pueden jubilarse con 30 años de cotización y los hombres con 35 y no existe para ello ningún límite de edad, con lo que hay quienes llegan a acogerse al sistema de protección social con apenas 50 años. La propuesta del Gobierno, que será presentada formalmente a las cámaras legislativas durante esta semana, altera esa regla y propone una edad mínima de 65 años tanto para hombres como para mujeres, con por lo menos 25 años de cotizaciones. El gobernante aclaró que para aquellas personas mayores de 50 años habrá “reglas de transición” que garantizarán sus derechos adquiridos, y que la reforma se aplicará integralmente a quienes tengan menos de esa edad.