CIUDAD DEL ESTE
La convocatoria tuvo su origen en una denuncia pública realizada a través de las redes sociales, que prendió en los jóvenes hastiados de las violaciones del Código Electoral por parte de los políticos que desde hace varios meses ensucian las murallas de la ciudad, con sus propagandas, según lo revelado por los autoconvocados.
José Ayala Cambra, del equipo joven del Partido Patria Querida, fue quien posteó un video que dio origen a la movilización de jóvenes de diferentes grupos sociales y políticos de Ciudad del Este.
Los jóvenes trajeron sus herramientas, pinturas de cal, lijas, pinceles y brochas, y abundante tereré para realizar la tarea, en el muro del Centro Regional de Educación, por tratarse de una institución simbólica de la educación, que todos los años electorales se llenan de propaganda de precandidatos y candidatos de diferentes partidos y movimientos políticos.
Se violan los plazos electorales y el espacio público utilizado no es adecuado para hacer campaña política, según el cuestionamiento de los jóvenes, quienes como mensaje dejaron escrito en la muralla del Centro Regional de Educación el artículo del Código Electoral que reza la prohibición.
También cuestionan la ausencia de las instituciones que deben controlar estos hechos, como la Municipalidad de Ciudad del Este, que seguramente tienen normas con relación a la colocación de carteles y las propagandas electorales, así como la Justicia Electoral encargada de velar por el cumplimiento de las normas, según las quejas.
MENSAJE CLARO. “El gran problema del Paraguay es el no cumplimiento de la norma, en todos los ámbitos de la sociedad, también en el ámbito electoral. Los propios políticos al proponer sus candidaturas ya empiezan a violar el Código Electoral. Los ciudadanos deberíamos comenzar a hacer estos gestos simbólicos y fuertes para decir ‘señores, basta con violar las normas’. Nos incluye a nosotros los ciudadanos”, afirmó Ayala Cambra.
Con la limpieza simbólica el propósito de los jóvenes es dejar un mensaje claro a los políticos, tanto a los más viejos como a los jóvenes que caen en el vicio de ensuciar las murallas de la ciudad.
“Ellos están invirtiendo plata en pintar, creen que la gente valora o se están posicionando con las propagandas. Tenemos que hacerles entender que no valoramos estas acciones. Entonces, los ciudadanos tendremos que poner límites y hacer cumplir la ley. Somos conscientes de que no vamos a resolver todos los problemas, porque no tenemos recursos, ni tiempo para borrar todas las murallas”, agregó.