José Augusto Caballero Cano (28) pasó los minutos más tensos de su vida cuando bajó a una estación de servicio para realizar una recarga a su teléfono celular, y cuando iba a subir al auto para retomar la marcha se le apareció un hombre que lo apuntó con su pistola, diciéndole que baje del vehículo. Ante la negativa del joven, el desconocido empezó a disparar contra el automóvil, de la marca Toyota Corolla. Los disparos alcanzaron a dar en el vehículo, no así a su conductor. Caballero, preso por el susto, en vez de bajar aceleró el vehículo y chocó a su agresor, dejándolo tendido en el suelo.
El confuso hecho, que se podría tratar de otro caso de gatillo fácil, ocurrió a las 00:20 horas de la madrugada del sábado, sobre las calles General Aquino y General Caballero, de Luque.
El que disparó el arma fue reconocido luego como Teodosio Daniel Pereira Chamorro, un suboficial de policía que presta servicio en la Embajada de Rusia, según el informe policial.
“Me asaltó con intención de robarme el auto, y matarme posiblemente; intentó realizar varios disparos hacia mi persona”, indicó ayer José Caballero, todavía asustado por la situación. Aseguró que luego de chocar contra el policía, él mismo se dirigió hasta la comisaría 52 Central a realizar la denuncia y a informar a los agentes de lo ocurrido.
prepotencia. Antes de disparar el automóvil de Caballero, el uniformado también agredió a dos taxistas que se negaron a llevarlo, según indicaron los investigadores.
En el lugar llegaron agentes de Criminalística y bomberos voluntarios, que trasladaron al policía herido hasta el Hospital Regional de Luque, pero luego fue trasladado hasta el Hospital Rigoberto Caballero, de la Policía.
Según testigos, el suboficial Pereira habría actuado de forma prepotente en el Hospital Regional, exigiendo su traslado al hospital policial. El hombre también se habría negado a la prueba del alcotest, prueba que sí se le realizó a José Caballero, cuyo resultado fue negativo.
La fiscala del caso, María Luján Estigarribia, confirmó que fue dos veces hasta el centro asistencial a intentar tomar declaración al uniformado, pero sin éxito.