La venta concluyó tras el levantamiento del bloqueo judicial y la autorización del organismo regulador de la competencia en Brasil.
Según la empresa de alimentos, los recursos con la transacción deben ser usados para reducir el endeudamiento de la compañía. La operación fue aprobada por unanimidad por el consejo de administración de la misma y que implica la adquisición de nueve unidades de sacrificio, una unidad de procesamiento y un centro de distribución.
En junio, Minerva informó que la adquisición incluye la compra de las subsidiarias JBS Paraguay, IPF, JBS Argentina y Frigorífico Canelones, y que el negocio fue aprobado por su consejo de administración la víspera por medio de sus subsidiarias Pul Argentina SA, Frigomerc SA y Frigomerc SA Pulsa SA.
Según el frigorífico, tras la finalización de la operación, el grupo pasará a tener una capacidad total de sacrificio de 26.380 cabezas por día, contra la capacidad de 17.330 al 31 de marzo pasado.
JBS había informado en junio que forma parte del acuerdo la operación de carne bovina-sacrificio, deshuesamiento, industrialización, procesamiento y comercialización en los tres países.