ENCARNACIÓN
Los cultivos de trigo y canola en el Departamento de Itapúa registran severos daños y pérdidas como consecuencia de las intensas heladas que afectaron al país hace dos semanas. Según el relevamiento de datos, el 50% del cultivo de estos dos rubros se perderá a raíz de las escarchas que se registraron días atrás, cuyas secuelas son muy notorias en Itapúa, una de las zonas más afectadas.
Los técnicos de la Cooperativa Colonias Unidas se encuentran trabajando en el relevamiento de datos dentro del área de influencia de la entidad y los indicadores son catastróficos. El encargado del departamento de Asistencia Técnica de la cooperativa, ingeniero Orlando Gallas –quien lleva 24 años en el cargo–, señaló que Itapúa nunca registró una helada de esta magnitud con temperaturas de entre 2 y 4 grados bajo cero.
Gallas explicó que este severo daño al cultivo se debe directamente a dos fenómenos muy puntuales: “las fuertes heladas y la sequía” que está afectando al país, lo que hizo acentuar mucho más aún los efectos del frío polar que se sintió en todo el territorio nacional.
“Este fenómeno climatológico literalmente quemó por completo los cultivos y pastizales, en especial el trigo de siembra tempranera, que estaba en plena carga de los granos”, comentó.
Asimismo, los cultivos de canola registran graves daños en su desarrollo y las pérdidas serán también en torno al 50%. “Estos sembradíos ya no tienen posibilidad de recuperación y los daños podrían ser aún más severos en caso de que no se registren lluvias en estos días”, señaló.
CLIMA. Por otra parte, el ingeniero agregó que la actual zafra triguera está sufriendo tres condiciones climáticas muy extremas. Primero se tuvo un mes de lluvias que condicionó bastante la siembra, luego dos días de intensas heladas y ahora la sequía, lo que hace que los daños sean aún más graves, con pérdidas mayores al 50%. “El trigo que se llegue a salvar este año ya no será trigo de calidad, porque los daños fueron muy fuertes”.
Cabe destacar que la Cooperativa Colonias Unidas trabaja con aproximadamente 1.000 socios que cultivan un poco más de 30.000 hectáreas de trigo, que se encuentran diseminados en distintos puntos del departamento.
“Si englobamos el paquete de trigo y canola, prácticamente es catastrófico lo que pasó. Primeramente las intensas lluvias durante los primeros meses de desarrollo, posteriormente las intensas heladas históricas en la región y actualmente la falta de precipitaciones con altas temperaturas, lo que está ocasionando severos daños en estos cultivos”, concluyó el ingeniero Orlando Gallas.