“Los pasillos de la ONU están siendo infiltrados por el movimiento de boicot”, aseguró el embajador israelí, Danny Danon, en una conferencia organizada por su país en el hemiciclo de la Asamblea General.
El acto reunió, según Israel, a más de 2.000 representantes de organizaciones, activistas, diplomáticos y estudiantes para impulsar estrategias contra el movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).
El movimiento, fundado en 2005, busca presionar a Israel por la vía económica para que cambie sus políticas con respecto de los palestinos.
El embajador israelí denunció, entre otras cosas, que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU está creando una “lista negra” de compañías que operan en partes de Israel, en línea con las tácticas del BDS.
“Esto es puro antisemitismo y junto a EE.UU., nuestro mayor aliado, vamos a continuar luchando hasta que el BDS sea eliminado”, insistió Danon, que pidió entre otras cosas a los estudiantes que alcen su voz ante el progreso del BDS en las universidades.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, intervino también en el acto para reiterar su claro compromiso con Israel y sus esfuerzos para acabar con lo que considera es un “prejuicio” contra el país dentro de Naciones Unidas.
“El esfuerzo para deslegitimar a Israel que hay en los campus universitarios y la obsesión antiisraelí en la ONU son lo mismo. Los dos buscan negar el derecho a existir de Israel. Los dos son esfuerzos para intimidar a sus amigos y dar fuerza a sus enemigos”, dijo Haley.
La representante estadounidense, que desde el primer momento ha hecho el apoyo a Israel una de sus prioridades, lamentó que muchos organismos de la ONU se centren en criticar a Israel y hagan la vista gorda con otros países.
“Deberíamos boicotear a Corea del Norte, deberíamos sancionar a Irán, deberíamos desinvertir en Siria, no en Israel. No tiene ningún sentido”, reiteró.
