El humo aún se elevaba desde la ennegrecida Torre Grenfell el jueves, donde equipos especializados enfrentaban condiciones peligrosas para registrar entre los escombros calcinados del edificio de 24 pisos. Revestimientos y partes de la estructura seguían desprendiéndose.
El fuego engulló a primeras horas del miércoles el bloque de viviendas sociales, donde vivían unas 600 personas en más de 120 apartamentos. Las llamas se propagaron en cuestión de minutos y dejaron 17 muertos hasta ahora y muchas personas desaparecidas. “Tristemente, puedo confirmar que el número de personas que fallecieron ahora asciende a 17”, dijo a periodistas el comandante de la policía de Londres, Stuart Cundy. Agregó que se espera que la cifra se incremente y los bomberos dijeron que no creían que encuentren a más sobrevivientes tras rescatar a 65 personas. Treinta y siete personas seguían en el hospital, 17 de ellas en cuidados intensivos. “La absoluta prioridad para todos nosotros es identificar y localizar a esas personas que todavía están desaparecidas”, dijo Cundy, quien declinó a especular sobre posible cifra final de fallecidos. REUTERS