El 9 de octubre se cumplirán dos meses del asesinato del suboficial mayor Osvaldo Ramírez, frente a su domicilio ubicado en pleno centro de la ciudad de Curuguaty, departamento de Canindeyú.
La investigación para el esclarecimiento del caso no avanza en mayor medida, a pesar de que se recurrió a las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas en diferentes zonas del distrito.
Hasta el momento no fue posible identificar a los dos motociclistas que participaron de aquel hecho.
Ramírez regresaba de sus horas libres y, al momento de maniobrar para ingresar con su vehículo a su vivienda, uno de los dos motociclistas le apunto con un arma de fuego y le disparó sin mediar palabras, acción que lo llevó a la muerte instantánea.
En ese momento, ninguna persona se encontraba circulando por la zona y la esposa del policía fallecido fue la única testigo. Sin embargo, por el susto tampoco pudo identificar a los delincuentes.
Al igual que en otros casos de homicidios ocurridos en el departamento de Canindeyú, se teme que la muerte del suboficial quede impune al quedarse el Ministerio Público con escasas evidencias.
Luego del homicidio se divulgaron dos audios, uno donde Ramírez habla sobre su traslado a Ciudad del Este luego de realizar un procedimiento legal en donde se incautó cargamento de maderas.
En el audio se escucha al policía hablar contra un comisario quién ordenó su traslado lejos de su familia a raíz de la intervención.
Mientras que en otro audio se escucha la conversación de dos personas con un policía, que sería Lorenzo Duarte de Santo Domingo, a quien amenazan por la incautación de casi 20.000 kilos de marihuana en Katueté.
Por dicha incautación, según una de las hipótesis, habrían ordenado la muerte del Ramírez. Los audios no fueron investigados hasta el momento.