Los más pequeños encuentran en el globo loco otro motivo para darle rienda suelta a su enérgica alegría. La playa es un universo compactado donde la música inunda el ambiente, los vendedores tratan de pescar algunos billetes ofreciendo sus productos a los ocasionales clientes.
No solamente, el agua, donde muchos eligieron meterse incluso con niños pequeños, atrae a los visitantes. La ciudad en sí tiene una fama ganada por su ambiente apacible y sus edificaciones antiguas que pueden ser recorridas a pie, lo que la convierte en un destino turístico recomendable para las familias.
Lidia Chávez, quien volvía con sus hijas de la glorieta ubicada cerca de la playa, señaló que se sorprendió gratamente con lo que encontró en el sitio. Admitió que no se metería al agua, pero recomendó ir a Areguá para disfrutar del descanso dominguero.