“Trabajamos con los presidiarios cada año, lo hacemos de una u otra manera en la medida de lo posible, es la primera vez que viene para todos, el año pasado ya vino una cantidad considerable, pero este año nadie se quedó sin su regalo por la gracia de Dios”, dijo Eckar Kleider Rolón, capellán de la cárcel. El religioso mencionó que como en años anteriores, extremaron precauciones en los productos, de modo a evitar el uso imprudente por parte de los reclusos de la cárcel regional de Ciudad del Este, pero este año se realizaron algunas concesiones, como incluir latas de duraznos en almíbar. “Sinceramente como padre de familia agradezco a la fundación por este tipo de regalo”, dijo el abogado Ricardo Ortiz, director del penal. (N. M.)