“Es una disposición especial y debe aclarar que la ley debe aplicarse a partir de la promulgación y si es así y si existe una disposición taxativa solo queda cumplirla”, confirmó el alto funcionario electoral.
“Nosotros de lo que sí somos celosos es de cualquier cambio que se dé en el plano electoral; en este caso, la disposición constitucional en cuanto al sistema de elección no cambia nada”, señaló.
Nuevo intento. El diputado Jorge Ávalos Mariño planteó la semana pasada, como un último intento, un nuevo proyecto para que en las internas partidarias del 17 de diciembre entre a regir un mayor control sobre el financiamiento político de las campañas de los candidatos.
La modificación central que se quiere realizar a la Ley 1015 de Seprelad es que sean “sujetos obligados” de control también los partidos políticos y movimientos; así como las alianzas y concertaciones.
La novedad de aprobarse la ley es que el organismo de control del dinero también apunte su lupa hacia las elecciones y sus candidatos. Actualmente, el campo de acción de la Seprelad se centra en la investigación de las operaciones con dinero proveniente del terrorismo, lavado de dinero, narcotráfico, entre otros.
“Se quiere facultar a Seprelad para controlar las internas y en las generales, y ahí veremos si hay voluntad de transparentar”, dijo Ávalos.
Sepultado. El proyecto que apuntaba a modificar la ley de financiamiento político planteaba, además de ponerle topes al monto de aporte en la campaña electoral, añadir a la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) en el control en internas, pero este proyecto finalmente no prosperó en la Cámara Baja.
Debido a una maniobra sistemática de los diputados, el proyecto fue cajoneado en comisiones, luego de que en plenaria se hicieran varios intentos por llegar a un acuerdo para que prosperen las modificaciones. Las principales trabas vinieron del oficialismo de la ANR, cuyos diputados miraron al costado cuando tuvieron que dictaminar favorablemente por la ley en comisiones.