Rocío Barreto, directora de Vida Silvestre, comentó que este permiso tiene validez por un año y transcurrido ese tiempo se debe renovar el permiso previa fiscalización, ya que se evalúa si al animal se lo tiene bien.
La insistencia de la Seam de hacer cumplir con la Ley 96/92 que en su artículo 50 establece que no se autorizará la extracción de individuos de su hábitat sin que previamente se halle habilitado el lugar de destino provisorio o final y autorizado el traslado.
Barreto comentó que en una semana la Seam realiza 10 verificaciones –de oficio o en base denuncias– exclusivamente de fauna silvestre. “Recibimos tres denuncias de tenencia de animales por semana. La gente utiliza todos los medios para hacer sus denuncias y no solamente a través de los formularios, se utilizan mucho Whatsapp y las redes sociales”, explicó.
Las principales especies sacadas de su hábitat son guacamayos, los loros habladores, monos y tortugas. En las estancias se tienen en semicautiverio a los carpinchos, tapir y venados o guasu vira.
La directora de Vida Silvestre comentó que en la mayoría de las verificaciones se constata que a los animales se los tiene en malas condiciones.