Cerro Porteño vivió anoche una velada que quedará guardada por siempre en la retina de las más de 45.000 almas presentes en La Nueva Olla. Histórica jornada con sobredosis de emociones.
La zona de barrio Obrero desde muy temprano comenzó a vestirse de gala y con colores azulgranas. La pasión y devoción de los fieles el Ciclón relucían a medida que formaban las largas filas y eso desbordó cuando tuvieron el primer contacto dentro del estadio.
Un escenario de nivel y con toda la tecnología de punta abrió sus puertas de manera oficial por intermedio de su presidente, Juan José Zapag, acompañado de toda su directiva, con el corte de la cinta en la puerta principal. El titular azulgrana dio la bienvenida y un discurso conmovedor que hizo explotar de júbilo a todos los hinchas. El show musical y el juego de luces de primer mundo decoró la fiesta azulgrana.
Homenaje. Una larga lista de ex futbolistas desfilaron en el campo de juego en medio de ovación. El sentido de pertenencia de los presentes se trasladó al reconocimiento a sus grandes figuras de todas las épocas. La noche culminó, luego del primer partido oficial, con Boca (caída 1-2), los fuegos artificiales que iluminaron la Olla. Fue el broche de oro de una larga jornada que quedará en la historia.