Consciente de la necesidad de adoptar soluciones para un sistema migratorio al que todos califican como “roto”, Obama ya hizo de este asunto uno de sus pilares de campaña cuando se presentó a la Presidencia en 2008, sin embargo, 6 años más tarde, aún no logró llevar a buen puerto un marco legal en el Capitolio.
Hace año y medio, la propuesta presentada por un grupo bipartidista de senadores logró la aprobación del Senado, y parecía más cerca que nunca; pero la Cámara de Representantes nunca sometió el texto legislativo a votación. Ante la negativa de los conservadores, y pese a los insistencia de la Casa Blanca y de las asociaciones pro derechos de los inmigrantes, el presidente aseguró que actuaría por su cuenta hasta donde se lo permitiese su autoridad, cargándose así con la responsabilidad de las respuestas más inmediatas. EFE