El accidente, que ocurrió el pasado día 13 en una mina de oro en el municipio de Riosucio, en el departamento de Caldas, dejó a quince mineros atrapados, de los cuales se han rescatado hasta el momento cinco cuerpos sin vida.
Santos explicó hoy en una alocución que las filtraciones del río Cauca al yacimiento han complicado las labores de los equipos de emergencia, pero que ya se ha extraído el agua suficiente como para entrar al socavón y recuperar los cadáveres.
“Ya el nivel de agua bajó lo suficiente para iniciar la segunda fase en el día de hoy”, dijo el presidente, que confió en finalizar el rescate “a la mayor brevedad posible”.
La operación en Riosucio se había complicado en los últimos días precisamente por la creciente presencia de agua en el socavón, un problema que se solucionó construyendo una barrera de contención, lo que en consecuencia ha retrasado varios días el rescate de los mineros, explicó este lunes Santos al visitar el lugar.
Aunque las causas de la tragedia siguen investigándose, el dueño del yacimiento, Leonardo Mejía, indicó a periodistas un día después del suceso que la mina no contaba con una instalación eléctrica formalizada.
Mejía explicó que en el lugar trabajaban un total de 60 mineros, la mayoría de los cuales logró salir, y que “si no hubiera sido por los problemas de energía hubieran alcanzado a salir los quince” restantes que terminaron atrapados.
Sin embargo, Santos descartó que el accidente en la mina haya sido causado por una interrupción de la corriente de electricidad que alimenta las motobombas y lo atribuyó al río Cauca, si bien dijo que se harán las investigaciones respectivas para establecer responsabilidades.
