En el compromiso, disputado el pasado miércoles, hubo jugadores de 15 países, entre los 22 titulares. Otro dato curioso es que ninguno de ellos era sudamericano.
Siete eran franceses; dos, argelinos; uno bosnio; uno, irlandés; uno, israelí; uno, islandés; uno, sudafricano; uno, escocés; uno alemán; uno, español; uno belga; uno, galés; uno, camerunés; uno, croata; y uno, ruso.
Solamente dos jugadores ingleses ingresaron en los últimos minutos del choque. Este hecho no tiene precedentes en la liga inglesa. Entre los 14 suplentes hubo nada más que cuatro ingleses.
ALARMA EN INGLATERRA. La situación generó polémica en Europa, sobre todo en Inglaterra, 10 años después de que el Chelsea se convirtiera en el primer equipo inglés en salir a una cancha con un equipo formado solo por extranjeros, al enfrentar en diciembre de 1999 al Southampton.
El técnico del Blackburn Rovers, Sam Allardyce, advirtió que la selección inglesa de fútbol se enfrenta a un futuro sombrío, a raíz de lo ocurrido."La Liga Premier y la FA (federación inglesa) realmente necesitan reunirse y comenzar a analizar de inmediato cómo van a solucionar esta situación”, subrayó.
El entrenador del Sunderland, Steve Bruce, hizo eco de las palabras de Allardyce en una conferencia de prensa antes del duelo entre su equipo y el Barrow, por la Copa de la Liga.
“Por cualquier razón, nosotros no producimos jugadores como solíamos hacerlo (...) A todos nos gustaría tener un equipo con jugadores ingleses, a todos los directivos les gustaría que se pudiera, pero desafortunadamente no tenemos la calidad para hacerlo”, concluyó.
Por su parte, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, realiza una larga campaña para logar que se materialice la regla del “seis más cinco”, la cual limita el número de jugadores extranjeros en un equipo, pero esa norma contraviene las leyes europeas.
