Particularmente, reclamó que mientras en Paraguay las empresas importadoras acceden a registros rápidos, que duran menos de seis meses, algunas líneas de su producción llevan tres años con trámites parados para el registro correspondiente; incluso ya con contrato firmado y expectativa de los clientes del exterior en recibir de manera inmediata los insecticidas que Iris distribuye.
“Permitimos el ingreso de productos del exterior, incluso aunque no cumplan con las normas internacionales de etiquetado. A muchos productos importados que se venden en Paraguay les pegan tan solo un sticker con información del importador y una calcomanía, con texto en español y ya están a la venta”, destacó.
En tanto que la empresa representada por Cosp debe hacer etiquetados nuevos para el exterior, con toda la información dentro de la etiqueta original, si se quiere ingresar a otro país (Colombia, por ejemplo).
“Aquí se protege muy poco a la industria nacional. Nos exigen para exportar, además de registro sanitario, el certificado de buenas prácticas, las regulaciones y normas de etiquetado de cada país, que debemos acompañar con análisis de laboratorios habilitados internacionalmente, que validen las formulas y la calidad del producto. Es decir, las exigencias para exportar son muy altas, no como en Paraguay, donde los productos extranjeros son bienvenidos sin tantos trámites”, se quejó.