25 abr. 2024

Indicadores ortodoxos vs. heterodoxos

En materia de indicadores tradicionales de coyuntura, estamos bien en variables económicas, regular en las sociales y mal en las ambientales. En conferencias magistrales días pasados, hemos asistido en el Banco Central a un análisis satisfactorio de la ortodoxia económica sobre la coyuntura local. Sin embargo, no se han tratado algunos aspectos fundamentales de la situación macroeconómica. Las cuestiones sociales apenas tuvieron un rol en su exposición. Y las ecológicas no fueron ni mencionadas. Es decir, un buen análisis de una parte esencial de la coyuntura actual, pero predominantemente solo de algunas variables económicas. Duró más de dos horas, suficiente tiempo para tratar los temas clave.

Fueron exponentes de la triple conferencia de coyuntura Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, quien inauguró el evento con su disertación, multitudinariamente asistido. Le siguieron después Germán Rojas Irigoyen, ministro de Hacienda, y Carlos Fernández Valdovinos, presidente del Banco Central.

ALGUNOS ASPECTOS ECONÓMICOS FUERON DESTACADOS. En el abordaje a los indicadores ortodoxos de la coyuntura local se han expuesto abundantemente los aspectos positivos de la misma, pero se prestó poca o ninguna atención a algunos otros, que forman parte de ella. No he escuchado mención expresa, verbigracia, del abandono en el que se encuentran los microproductores urbanos y microemprendimientos rurales en términos de asistencia técnica y crediticia. Allí está la multitud del aparato productivo en este país.

ASPECTOS SOCIALES, MUY POCO. A juzgar por la exposición verbal y visual que se ha hecho del aquí y del ahora en nuestro país, no fueron analizadas debidamente cuestiones sociales lacerantes, como la pobreza extrema, en especial la de los desempleados y de los indígenas, así como tampoco los numerosos ciudadanos sin hogar a consecuencia de inundaciones recurrentes. No son unos pocos. Son centenares de miles. Apenas se hablaba de la pobreza en general cuando se analizaban algunas medidas de gobierno para superarla, pero sin destacar tampoco que la mayoría de las mismas son meras intenciones que no trascienden los papeles.

ASPECTOS ECOLÓGICOS, NADA. Pero lo que no ha sido tocado ni tangencialmente es el grave desorden medioambiental en el que se halla sumido el país. No se trata solamente de la desaparición progresiva de los bosques naturales ni solo de que el país es uno de los mayores depredadores de los mismos en el planeta. Tampoco se trata solo de lagos, lagunas, ríos y arroyos contaminados por tóxicos orgánicos y químicos. Se trata también de la mera recolección de residuos sólidos y de aguas negras, que hasta ahora no tienen un destino final ecológicamente aceptable. Se trata así mismo del rescate de fauna, flora y humedales a consecuencias del desequilibrio medioambiental.

MEGACORRUPCIÓN, ILEGALIDAD MASIVA Y CRIMINALIDAD CRECIENTE NO FUERON TRATADAS. Sería conveniente que en próximas conferencias magistrales se abordara también la mayúscula corrupción, la ilegalidad omnipresente, la cada vez más creciente criminalidad y la desesperante impunidad para quienes fueron pillados incluso con las manos en la masa. La corrupción es amplísima y tiene numerosas manifestaciones: las peores son el megacontrabando de mercaderías de comercialización expresamente prohibida (drogas, armamentos, rollos de madera, pieles silvestres, medicamentos de plazos vencidos, etc.); la altísima evasión tributaria; piratería y falsificación por doquier así como –y no por eso menos importante– las mafias asesinas y el terrorismo extorsivo y sangriento. Todas estas ilegalidades y criminalidades generan ingentes recursos financieros mal habidos y cruentos. Son preocupantes tanto el lavado de dinero como los giros ilegales de los mismos al exterior.

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