“Volver a comprar esos lotes que ya fueron objetos de la reforma agraria, constituye un contrasentido, sería la primera vez en la historia que el Estado expropie lotes minifundiarios, de una o dos hectáreas máximo, cuando se ha comprado tierras en Yhú, que tienen una alta fertilidad y productividad para brindar una solución integral a las familias campesinas de Guahory”, señaló Cárdenas en un comunicado del Indert.
Tierras. Cárdenas dio énfasis a la adquisición en Yhú, la cual señala que tuvo un costo de G. 25.000 millones y que servirá para el desarrollo de una “colonia modelo”, por lo que no necesitan otra expropiación para ubicar a las familias.
“Haber adquirido estas tierras constituyó un avance para dar una salida a la problemática social de Guahory y luego quedarnos con el pasivo por la expropiación, sería dilapidar los bienes públicos para solucionar un mismo problema”, señaló Cárdenas.
Explicó que las tierras de Guahory, que con la ley sancionada, luego vetada, se buscaba comprar, ya habían sido adquiridas por el Estado en 1985, época en que los extranjeros eran todavía beneficiarios de la reforma agraria, según la legislación.