Se trata del crimen de Roberto Javier Santacruz Carballo y Anderson Alfredo Morel Denis, quienes fueron hallados muertos con rastros de aplastamiento en el cráneo y uno de ellos con dos heridas de bala, enterrados en un bosque.
La fiscala Zunilda Martínez afirmó ayer que los investigadores están verificando si las víctimas no poseían líneas telefónicas paralelas a las que utilizaban para comunicarse con sus familiares, que podrían ayudar a identificar a las personas con quienes estuvieron en contacto el día de su desaparición. Se trataría de líneas brasileñas, indicó.
Agentes de la División de Investigación de Delitos están intercambiando datos con sus pares de la Policía Civil del Brasil, para tratar de confirmar estas informaciones, pero se mostraron cautelosos a la hora de brindar datos sobre la presunción de la relación con el tráfico de estupefacientes.
La fiscala se quejó además de que los familiares de las víctimas omitieron algunos datos, como los constantes viajes de ambos a Pedro Juan Caballero y al Brasil. (E.M.)