“Como resultado de la supervisión se obtiene un informe y una planificación para la fiscalización de las cooperativas dependiendo de grado de riesgo que las alertas tempranas den de cada cooperativa”, sostuvo.
De esta forma, la planificación de la fiscalización de las cooperativas se hace por medio de la priorización que el proceso de supervisión da como resultado y se harán visitas de campo dependiendo del grado de riesgo de las cooperativas, agregó González.
Con los resultados de ambos procesos se determina el seguimiento que debe darse a una entidad, que puede ser desde un seguimiento como entidad normal hasta la determinación de una intervención, fusión o liquidación de la cooperativa.
El especialista costarricense Álvaro Durán mantuvo reuniones con técnicos de la Dirección de Supervisión y Fiscalización del Incoop donde presentó el borrador del diseño, que fue consensuado en forma conjunta a fin de definir en su próxima venida el referido documento. El Manual de Supervisión establece los procesos a seguir por los supervisores del regulador tanto supervisión, como fiscalización, además del seguimiento a los resultados.
El marco conceptual de la supervisión que ejercerá el Incoop tiene como primer foco de atención al asociado que se realizará por medio de un modelo de supervisión basada en riesgos. Este modelo define claramente los objetivos y las responsabilidades de cada uno de los procesos y los actores dentro de un marco legal. Esto permitirá responder adecuadamente al momento de resolver los problemas y dificultades de las organizaciones controladas.