Los investigadores confirmaron que tras un trabajo de inteligencia llegaron a detectar que en el citado comercio se recolectaba grandes cantidades de carburante, que supuestamente ingresaba de contrabando desde la Argentina.
El procedimiento estuvo encabezado por el agente Emilio Fúster, de la Unidad Especializada Anticontrabando y agentes del Departamento Contra Delitos Económicos de la Policía.