En el comunicado, la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) manifiesta su rechazo condenando la masacre y expresa su solidaridad con los familiares de los fallecidos.
“La Iglesia reafirma que la vida es un valor supremo que no está subordinada a ninguna causa política, social o económica”, dice el texto que a continuación insta a que cesen los atentados. También señala a los autores del crimen que, ante Dios y los hombres, no tienen justificación alguna.