Antes de que se plantee una sanción al diputado José María Ibáñez, quien recientemente pidió disculpas y reconoció su error en la contratación de sus caseros como funcionarios de la Cámara Baja, este solicitó un permiso para ausentarse de sus funciones por unos 50 días.
Los mismos legisladores de su bancada estudiaban desde el martes qué medida adoptarían como salida provisoria a la situación del diputado, ya que la presión ciudadana sobre el Congreso aumentó cuando el mismo admitió ante su error, además de ofrecer en concepto de resarcimiento la suma de G. 200 millones a hospitales públicos para finiquitar su proceso judicial. Los fiscales rechazaron esta alternativa.
Ibáñez fue imputado por estafa, cobro indebido y falsificación de documentos públicos al hacer figurar a sus caseros de su quinta de Areguá con sueldos de la Cámara Baja.
DESDE NOVIEMBRE. En la nota presentada, el legislador solicita que el permiso le sea otorgado desde el 1 de noviembre hasta el 20 de diciembre. Esto significa que el mismo retornará recién en marzo dado que se establece un receso parlamentario en los meses de enero y febrero donde solamente acuden los miembros de la Comisión Permanente. Esto supone también, de aceptarse el permiso, que Ibáñez estaría cobrando nuevamente su salario desde el 21 de diciembre.
El hecho de que el legislador solicite su permiso no significa que el mismo pueda perder su investidura ya que continúa su proceso judicial, aunque ningún legislador adelanta que puede pasar en este caso.
Según señalaron varios legisladores como Hugo Velázquez y otros, Ibáñez debe reconocer fehacientemente que estafó al Estado, de manera a que la Cámara de Diputados pueda tomar otras decisiones.
El diputado Bernardo Villalba señaló que el mismo debe estar imputado por tráfico de influencias para perder su investidura, según lo que establece la Constitución. El legislador ya fue desaforado en marzo ante el pedido de la Justicia y para sus colegas con eso ya bastaba, por lo que no hablaron en ningún momento de su expulsión.
Se esconde. Ibáñez ayer estuvo en el Congreso para presidir la reunión de la comisión de Relaciones Exteriores. El mismo no quiso hablar con la prensa y brevemente dijo que desconoce haber solicitado un permiso. Ibáñez salió raudamente de su oficina con un séquito de secretarias que hacen de guardias para que los periodistas no logren acercarse al legislador. El pedido de permiso ingresará en el orden día de la sesión del jueves 30 de octubre dijo Hugo Velázquez. No obstante, antes debe ser dictaminado por varias comisiones. En el tiempo que el diputado se ausente, asumirá su suplente, Ricardo Beby Núñez, dirigente ligado del senador Óscar González Daher.