Participaron de la movilización la Corriente Sindical Clasista (CSC), la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (Conamuri), el Sindicato de Periodista del Paraguay (SPP), la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (Mcnoc), la Confederación de la Clase Trabajadora (CCT), entre otras organizaciones.
Julio López, referente de la CCT, explicó que la larga lista de reclamos de los trabajadores encabeza el pedido de reajuste del salario mínimo. “Hay una necesidad de reajuste salarial del 30%. Este cálculo lo hicimos en base al estudio que se presentó al Gobierno ya en la huelga del 2014. A estas alturas, se requiere de otro reajuste”, manifestó.
Cuestionó el método establecido en la ley que se emplea para aumentar el salario mínimo, el cual se realiza cuando la inflación acumulada llega a un 10%. Este dato lo provee el Banco Central del Paraguay (BCP).
“El BCP es la institución encargada de la estabilidad monetaria, y va a jugar con estos datos de acuerdo a sus intereses. La información no condice con la realidad del trabajador. Hay una pérdida enorme del poder adquisitivo”, dijo López. Para el dirigente, la banca matriz “distorsiona” los datos, “con artículos suntuosos que no tienen nada que ver con la realidad”. Para él, deben considerarse de forma particular los gastos en educación, salud, alimentación y vestimenta, que son los rubros que afectan al trabajador, explicó.
Según los datos que presentaron al Gobierno, el trabajador hoy adquiere un 30% menos de productos con el salario mínimo, en comparación a veinte años atrás, aseguró. La última suba se realizó tras una huelga general en el 2014. El salario mínimo actual es de G. 1.824.055.
Por otro lado, los manifestantes exigieron el cese de persecuciones sindicales. Pidieron además la renuncia del ministro del Trabajo, Guillermo Sosa, a quien se refirieron como “el primer violador de los derechos sindicales”.