El artista plástico Koki Ruiz señaló que hoy entregarán el impactante retablo que servirá de escenario al altar del papa Francisco en la histórica misa de Ñu Guasu.
Pese a la llovizna, ayer, el equipo de artesanos y carpinteros involucrados se abocó a dar los últimos retoques del decorado con calabazas y zapallos en la parte superior de esta singular obra.
“Pensamos entregar ya mañana (por hoy) el retablo terminado”, dijo señalando a las autoridades que tienen a su cargo la organización de la misa central que oficiará el Santo Padre ante -estiman- dos millones de feligreses.
Los detalles finales se centran en la ornamentación sobre los arcos que recubren las imágenes de San Francisco de Asís y de San Ignacio de Loyola. “Cumpliendo con el bosquejo inicial estamos poniendo calabazas y zapallos, para remate de los arcos y de los capiteles”, apuntó.
Cada fruto cuenta con un agujero, previamente preparado, por los cuales son sujetados con alambres para asegurar su estabilidad sobre los ábacos.
Explicó que el retablo finalmente quedó divido en tres. “Pareciera más tres retablos que uno solo, separamos las imágenes y la cruz con el escudo papal en el centro”, indicó en referencia a los cuadros de ambos santos.
Al separar y dejar bien alto ambas imágenes lograron –dijo– armonizar con el fondo arbolado del predio militar, tapando el tinglado del hangar que está detrás del decorado. Lo que no resta disimular son los depósitos colindantes de la Base Área. Las paredes de esos cobertizos –entiende el artista– deberían pintarse para armonizarlos con el decorado.
A partir de mañana, el retablo ya estará disponible para los preparativos de la misa del domingo 12 de julio.