“Este centro nos ayudará a velar por la protección de nuestros compatriotas en el exterior en diferentes fases”, declaró la primera dama de Honduras, Ana García de Hernández, a Radio América, que transmite en Tegucigalpa, tras el acto de apertura de dicho centro.
Señaló que el centro brindará asistencia a los hondureños inmigrantes en Estados Unidos, y su creación está fundamentada en la Ley de Protección de los Hondureños Migrantes y sus Familiares.
Para el funcionamiento del centro se han asignado 20.000 dólares a través del Fondo de Solidaridad con el Migrante Hondureño (FOSMIH), según las autoridades hondureñas.
La esposa del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, encabezó el acto de apertura, al que también asistieron la canciller, María Dolores Agüero, y la titular de la Dirección de la Niñez y la Familia (Dinaf), Lolis Salas, entre otros funcionarios.
El centro brindará asistencia a familiares de hondureños fallecidos en Estados Unidos para repatriar su cuerpo a Honduras; apoyo en casos de retorno voluntario o asistido; y atenderá casos de nacionales en centros de detención y penitenciarios, explicó la primera dama.
La ayuda también incluirá orientación legal a hondureños con procesos migratorios para que sientan “cercanía y solidaridad” del Gobierno del país centroamericano, enfatizó.
La primera dama hondureña precisó que el centro tendrá “un alcance regional”, pues mantendrá comunicación entre los diferentes consulados de Honduras en Estados Unidos.
Destacó que las autoridades hondureñas están afinando la propuesta de lo que sería la Red de Protección, la cual permitirá que todos los consulados hondureños en Estados Unidos cuenten con “agentes de protección consular”.
Como una medida para proteger a los hondureños que abandonan el país, el Gobierno de Honduras analiza la posibilidad de abrir un centro consular de protección en ese país, anunció la esposa del gobernante, sin precisar más detalles de la iniciativa.
Tras la inauguración del centro, la delegación hondureña se reunió con representantes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
En Estados Unidos viven más de un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados que anualmente envían remesas familiares que en 2016 superaron los 3.700 millones de dólares, según fuentes oficiales.