Hauten no defraudó en una temprana e interesante puesta en escena, que, en palabras del diseñador, significó un momento “para respirar y observar el acto de vestirse”.
Presentada en su atelier, la colección, inspirada en sus propias clientas, fue vestida por una única y veterana modelo que cambió de atuendo 14 veces y mostró piezas contemporáneas para el día y tradicionales trajes de noche.
La ropa de baño del día vino de la mano de la marca Adriana Degreas, con una presentación enteramente dedicada al blanco y negro, en la que el bañador de una pieza fue la estrella. La última jornada de la Semana de la Moda también contó con la marca Wagner Kallieno y su colección inspirada en las obras del artista español Joan Miró, en una relectura de los años 70.
El evento estuvo marcado por la despedida de las pasarelas de la modelo Gisele Bündchen, quien entre lágrimas dijo adiós a 20 años de desfiles. EFE