Mientras que en el año 2008, ni dos de cada diez hogares contaban con horno eléctrico, casi una de cada dos (41,8%) viviendas tiene uno hoy, según la Encuesta Permanente de Hogares 2013, de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec).
Pero el aumento cuantitativo y cualitativo no se limita a este producto, ya que si hablamos de lavarropas, la cifra creció de 56% a 72,8% y la penetración de la televisión por cable se duplicó, pasando de un 14,4% a 33,6%, siempre según la encuesta realizada a finales del año pasado.
Los ingresos familiares también aumentaron y promedian en el país en G. 4.295.000, es decir, sumando todos los ingresos de quienes perciben algún dinero, ya sea por actividad laboral, pensión, jubilación, remesa, etc.
La cifra se reduce a G. 1.061.000 en el quintil más pobre (20% más pobre de la población) y aumenta nueve veces en el quintil más rico, que percibe mensualmente G. 9.126.000, en promedio.
El promedio de ingresos mensuales familiares por actividad laboral es de G. 4.031.000.
Son estos ingresos, sumados al desarrollo de negocios dedicados a la venta y financiación propia a los segmentos de menores recursos, los que han generado esta especie de “masificación” del uso de algunos electrodomésticos, que hace menos de una década, se encontraban solo en hogares más adinerados.
El horno microondas ya está presente en uno de cada cuatro hogares (25,6%), en tanto que en el 2008, no superaba el 11,5%.
Otros electrodomésticos, más por cuestiones climáticas que por ingresos, se volvieron más que un lujo, una necesidad, como el caso de los acondicionadores de aire.
Hace cinco años, el 17,6% de las viviendas contaban con al menos un acondicionador. Hoy por hoy, el 36,5% cuenta con al menos uno, ya que en varias casas están instalados dos o más.
ZONAS. Al sectorizar las estadísticas entre zona urbana y rural, las cifras evidentemente se incrementan en las urbes y se reducen en el campo, aunque cabe mencionar que en algunos rubros, como en el televisor, no se observan importantes variaciones, ya que la cifra llega a 96,4% y 85,6%, respectivamente. En el caso de las máquinas lavarropas, la penetración es de 79,7% y 72,5%, en el área urbana y rural.
Donde se registra una importante brecha es en el uso del microondas, ya que en viviendas urbanas el porcentaje llega a 35,8%; en viviendas del campo llega al 10,5%, según el relevamiento realizado en el 2013. En el caso de las heladeras, los porcentajes ascienden a 93,1% y 78,6%, respectivamente.