Solo Añá Cuá requerirá una inversión de USD 610 millones, como máximo, y generará 3.000 empleos (600 directos y 2.400 indirectos). Se otorgará una ventaja del 10% en el comparativo de precios, a los oferentes que incluyan componentes nacionales (recursos humanos e insumos). Yacyretá financiará la maquinización con recursos propios.
El titular paraguayo de la EBY indicó que más allá de los beneficios económicos que puedan generar estos emprendimientos, resulta importante empezar a generar más energía, considerando que en el 2026 ya se entrará a una etapa crítica en el consumo del excedente energético paraguayo.
Si en dos años se licita la central de Itatí-Itacorá (que generará 14.000 GWh al año), recién en poco más de diez años empezarán a funcionar las primeras turbinas, remarcó el ingeniero.