Las Fuerzas Armadas de la Nación, además de ser custodios de la soberanía territorial del país, están para responder a algunas demandas sociales urgentes que necesitan su concurso. Es el caso de las inundaciones en la región Sur, que han requerido el rápido concurso de helicópteros para auxiliar a los que se quedaron rodeados por las aguas en lejanos lugares de los departamentos afectados por la crecida de los ríos Paraguay y algunos de sus tributarios.
Sin embargo, las Fuerzas Militares han respondido que no están en condiciones de acudir en socorro de los necesitados, porque sus helicópteros no pueden levantar vuelo por falta de mantenimiento.
Su vocero dijo que se esperaba el dinero del Ministerio de Hacienda para realizar los trabajos que precisan los aparatos.
Sin embargo, esta institución pública señaló que no hay pedido alguno para poner de nuevo en funcionamiento los helicópteros, aunque admitió que hay licitaciones pendientes de adjudicación.
Por otro lado, los fondos destinados a las Fuerzas Militares como recursos para responder a las necesidades internas, entre ellas el mantenimiento de los helicópteros, hablan de la disponibilidad de medios, ya que unos 72 mil millones de guaraníes, alrededor de 13 millones de dólares, les fueron asignados para ese y otros menesteres.
A ello hay que agregar que, según el Ministerio de Hacienda, ya casi transcurrida la mitad del año, los militares solo llevan ejecutado el 18 por ciento de su presupuesto.
La previsión de medidas para satisfacer las demandas que pudieren presentarse en cualquier momento tendría que haber sido una norma de actuación constante dentro de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, no es así, en lo que se refiere al asunto puntual de las aeronaves que no se pueden utilizar.
Es lamentable que, debido a la falta de eficiencia para cumplir con la burocracia propia de los desembolsos de dinero público en tiempo y forma, la Cancillería se vea empujada a pedir socorro a la Argentina para trasladar a las familias afectadas por la creciente a lugares seguros.
Ese pedido es el reflejo de la incapacidad de los militares y del mismo Gobierno, para responder a un reclamo urgente de la realidad, pero también del país, por extensión.
Es necesario que las Fuerzas Militares analicen este hecho para adoptar las medidas que correspondan, para que el hecho no vuelva a repetirse. Lo ocurrido deja una pésima imagen de aquellos que tendrían que haberse caracterizado por ser previsores y estar listos para servir a sus compatriotas en situaciones de emergencia.