CHACO
–“Hola, ¿me escuchás?”, –“sí, ahora sí, tuve que subirme a un árbol”, es el inicio de una conversación a más de 300 kilómetros de Mariscal Estigarribia, Chaco.
Se trata de la comunidad San Leonardo, de Laguna Escalante, Departamento de Presidente Hayes. Del otro lado del teléfono, a la hermana misionera Hermelinda Riveros se la notó feliz y contenta por haber recibido una llamada de un medio capitalino e inmediatamente agradeció el gesto por tan singular acto y por el interés de dar a conocer la situación general de todas las comunidades ribereñas del Pilcomayo.
Como muchas comunidades chaqueñas alejadas del centro de decisión, San Leonardo y otras de esa zona son prácticamente invisibles. Deben lidiar con todo tipo de adversidades que se presentan a diario.
Uno de los problemas que desde hace bastante tiempo aquejan a toda esa población es la falta de caminos. “A veces aparecen las maquinarias de la Gobernación de Presidente Hayes, raspan la ruta y se van, pero hacen en forma tan apurada que al final para nada sirve”, expresó la misionera.
“Ellos (por las autoridades del Gobierno Departamental de Presidente Hayes) dicen palabras bonitas… A veces viene el gobernador y sacan fotos, toman datos, se los ve tan interesados, pero luego desaparecen”, señaló.
La religiosa se queja seriamente de la falta de camino de todo tiempo, pues refiere que es la única forma de salir cuando se presentan situaciones anormales. En este sentido, resaltó la importancia de poner en condiciones un puente que se encuentra en General Díaz.
De este puente, que cruza sobre un brazo del río Pilcomayo, los pobladores de General Díaz realizaron varias quejas a través de los medios locales, porque estaba a punto de ser arrastrado por las aguas.
Si eso ocurriera, del otro lado del puente son varias las comunidades que se quedarían incomunicadas, donde la única alternativa rápida es por la Argentina.
De San Leonardo hasta La Madrid, pueblo del lado argentino, hay 13 kilómetros; sin embargo, ahí no hay Migraciones, solo una base de control de la Gendarmería. Es la única opción porque ya hay asfalto y para casos de emergencia es lo mejor, recalcó.
SIMILAR. La misma suerte de abandono también sufren los pobladores de General Díaz, límite entre los departamentos de Boquerón y Presidente Hayes.
Desde aquí reporta la profesora Marta Liz Rojas y señala que la comunidad está totalmente olvidada.
Para la profesora la preocupación de incomunicación pasa porque del otro lado del puente hay una comunidad indígena, Cacique Sapo. De esta comunidad son varios niños que acuden a la escuela de General Díaz y, si se quedan aislados, probablemente perderían el año escolar.
