Por un lado, se espera una gradual suba en precios internacionales de las materias primas; no obstante, no considera que se alcanzarían los niveles que se tuvieron en años como en el 2014.
Mientras que, por otro, se nota una normalización en el tipo de cambio del dólar que el año pasado tuvo un fuerte impacto sobre las monedas locales.
“El incremento de la inversión lo vemos muy focalizado en países claves como Colombia, Perú y Argentina en materia de infraestructura. El giro de políticas económicas de Argentina tendrá un impacto positivo sobre el sector privado ya en este cuarto trimestre, pero más aún el próximo año”, adelantó.
ARGENTINA Y BRASIL. El economista jefe para la región consideró que esperan una mayor expansión para Argentina, que estará en torno al 3% para el próximo año, mientras que para Brasil en un 0,9%.
El gran desafío que tienen los argentinos será que el Gobierno actual pueda contar con el apoyo político y social para continuar con las reformas económicas como la disminución de los subsidios.
Mientras que para Brasil el desafío será contar con el apoyo en el Parlamento a una serie de políticas fiscales que ayuden a mejorar la calidad del gasto público.
“El efecto derrame de estas políticas estará más concentrado hacia países del Mercosur como Paraguay”, dijo.