SINCERA. La mujer reconoce que sigue manteniendo la fe, por eso aún espera la liberación de su marido, aunque ya ninguna acción de parte del Gobierno o de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
“Siempre tengo esa fe de que lo van a liberar. Yo presiento de esa forma. En ningún momento pensé que todo esté perdido”, aseguró la esposa del suboficial.
Pero ante la consulta de qué le queda, además de la fe, si espera alguna acción de parte de los aparatos del Estado, fue bien franca: no espera nada.
“Ya no pienso luego en eso (posibilidad de un rescate). Para qué vamos a mentirnos, si el Gobierno eso no va a hacer –afirmó–; de entrar al monte y buscar a Edelio”, aseguró Elisa, con un suspiro que exhalaba el peso de la angustia.
PERDIDOS. Anteriormente desde la FTC y desde el DASP (Departamento Antisecuestro de Personas) de la Policía se acercaban a la familia para darles información sobre la situación del secuestro si tenían información; pero hace mucho tiempo acabaron eso de dar informes.
Para Ledesma, el EPP y los secuestrados están perdidos de los investigadores. “Yo creo que ya se les perdió el rastro. Ni ellos mismos saben en qué parte ir a buscarles, o al menos llegar a tener una información”, aseguró, reafirmando que solo espera una liberación de su esposo, que hoy cumple 883 días de secuestro.
Sin cambios. Por su parte, el monseñor Miguel Ángel Cabello manifestó que aún no vieron cambios desde que asumió Tadeo Rojas como ministro del Interior. “No ha cambiado nada. Estamos esperando aún”, dijo.
Sobre el drama que vive el Norte, dijo que “uno no quiere creer que no existe una voluntad” de dar una solución al tema desde el Gobierno.
Antecedentes. El sábado 5 de julio de 2014, el policía fue llevado por una columna del grupo armado en Arroyito. Edelio estaba de cacería y de forma fortuita una columna del EPP los interceptó a él y a sus familiares, y cuando se dieron cuenta de que era un uniformado lo llevaron. Era la primera vez que el grupo terrorista lograba tener a dos personas secuestradas al mismo tiempo: Arlan Fick y Edelio. El primero fue liberado el 25 de diciembre de ese año. Dos años y medio después, ya son cuatro los cautivos.