Fuentes cercanas al Ejecutivo señalan que incluso los encargados de hacer saber todo lo relacionado al mandatario mantienen desde hace un tiempo una guerra de baja intensidad.
Una muestra de ello se vivió nuevamente el pasado viernes, cuando ninguna de las dos secretarías manejaba con precisión el discurso que el titular del Ejecutivo iba a pronunciar en horas de la noche.
Asimismo, el carácter poco aperturista de Cartes para dar a conocer sus actividades hace que todo se haga aún más difícil.
El presidente de la República viene contratando asesores internacionales y para ello utiliza sus empresas vinculadas a diferentes rubros.
Los mismos asesores fueron los que iniciaron la campaña de posicionarlo como figura política luego de la convención colorada del 2010, cuando decidió postularse.
Desde el inicio lo estuvo acompañando el asesor chileno Francisco Cuadra.
Otro que estuvo asesorando fuertemente es el asesor ecuatoriano, Roberto Izurieta. Luego se sumó la mexicana Maru Bécker, quien maneja los hilos de la comunicación del Gobierno. No obstante, a pesar de los contratos millonarios que hace el Grupo Cartes en el pago a asesores internacionales, hay serios cuestionamientos al manejo que tiene con los medios de comunicación y las “metidas de pata” que tuvo en los últimos meses. La última fue el desliz que tuvo en su discurso en la ONU.