Desde la renuncia de Froilán Peralta, el pasado 25 de setiembre, Hacienda no recibió comunicación de quién es el actual ordenador de gastos de la UNA y, consecuentemente, dejó de liberar recursos correspondientes a la casa de estudios. “Necesitamos la notificación de la nueva autoridad”, dijo el viceministro de Administración y Finanzas, Ramón Ramírez.
Explicó que si bien el rector es el ordenador de gastos, este puede delegar la tarea a otro funcionario. Durante la gestión de Peralta cumplía ese papel la directora administrativa, Gloria Filomena Netto Duarte.
Según el viceministro, aunque Netto sigue en el cargo, Hacienda necesita que la máxima autoridad de la UNA la confirme en su función o que eventualmente designe a otra persona. Al cumplirse este proceso, la Abogacía del Tesoro deberá emitir su dictamen al respecto y posteriormente se liberarán los fondos.
Sin embargo, el rector interino renunciante, Ricardo Meyer, asegura que sí firmó el documento requerido y que es justamente en la Abogacía del Tesoro donde se trabó el trámite de pago de salarios.
Con la renuncia de Froilán quedó en su reemplazo el vicerrector Andrés Amarilla, pero también presentó su dimisión. El Consejo Superior Universitario designó el 29 de setiembre como rector interino a Ricardo Meyer, quien a raíz de su candidatura a la Intendencia de Asunción decidió abandonar el cargo una semana después.
En la asamblea convocada para este jueves se pretendía elegir a un rector y vicerrector. Los funcionarios afectados conversaron con los estudiantes para que dejasen a los asambleístas designar a un nuevo ordenador de gastos, pero los jóvenes argumentaron que había que encontrar otra alternativa.
Finalmente se desconvocó la asamblea mediante un recurso de amparo que presentaron algunos asambleístas. En tanto que el Consejo se reunirá pasado el mediodía para elegir al nuevo rector interino, quien deberá realizar las gestiones para regularizar el pago de salarios.