“No tuvimos reportes ni se vieron langostas. Se está monitoreando igualmente”, señaló. Como los insectos son migratorios, persiste la emergencia fitosanitaria para poder responder inmediatamente ante el primer reporte, pero por el momento se puede decir que la situación está controlada. “Son insectos que se agrupan para movilizarse y para alimentarse. Se mueven en diferentes direcciones de acuerdo al viento y a las condiciones del lugar”, explicó.
Con respecto a las aplicaciones aéreas, aseguró que se tomaron todos los recaudos necesarios para que los químicos no tuvieran un impacto negativo en el medioambiente y en las poblaciones. “La aplicación aérea tuvo una efectividad del 80% en el control y no se reportaron nuevas mangas desde hace una semana y un poco más”, dijo.
Sobre los daños causados por las langostas en los cultivos, Fariña recordó que solamente se destruyeron unas 50 hectáreas de maíz. “Esto no quiere decir que haya desaparecido, sino que no hay reportes. La emergencia sigue, y tenemos que cuidar el fenómeno de dispersión”, concluyó.
Dijo que el mayor peligro es que los insectos migren al sur del Chaco, lleguen primeramente al Bajo Chaco y en el peor de los casos a la Región Oriental, donde se concentran las plantaciones de hortalizas y frutas.