19 abr. 2024

Hace cuatro años y siete meses

El Dr. Aitor Martínez es un abogado español que desde los primeros momentos de la masacre de Curuguaty estuvo presente en Marina Cué, acompañando al Dr. Domingo Laíno y al periodista José María Quevedo.

Ellos son los autores del Informe de la Masacre de Curuguaty, el primero y uno de los más completos escritos sobre este tema.

Cuando se cumplen cuatro años y siete meses de este asesinato, edito las palabras con que comienza esta publicación.

“Paraguay es uno de los diez países más desiguales del mundo. El principal medio de producción, la tierra, está concentrado en manos de una oligarquía terrateniente.

Casi el 90% de la tierra está en manos del 2% de la población.

Estas insostenibles desigualdades han derivado en una continua conflictividad social, manifestada a través de recurrentes ocupaciones por parte de campesinos sin tierras. Desde unos años atrás estas ocupaciones han venido acompañadas por los consiguientes desalojos por parte de la policía.

En la mañana del 15 de junio del 2012 un contingente de la Policía Nacional, junto con efectivos del grupo de Operaciones Especiales (GEO) y comandados por la Fiscalía de la zona, procedieron a ejecutar una supuesta orden de desalojo de la finca usufructuada por la firma Campos Morombí SA de Curuguaty. El supuesto titular de dicha finca era el terrateniente, antiguo senador y ex presidente del Partido Colorado Blas N. Riquelme.

“El operativo de desalojo contó con 324 efectivos policiales. Dos columnas de policías se acercaron cada una desde un flanco diferente, rodeando a los campesinos desde las dos entradas al predio”.

Palabras iniciales del Informe de la Masacre de Curuguaty. Luego con profusión de fotos narra lo sucedido y el comienzo de la gran farsa judicial, llena de irregularidades. La mayor de todas, el investigar el fiscal Jalil Rachid la muerte de seis policías sin importarle la muerte de los 11 campesinos.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.