“Estamos cumpliendo el mandato del Presidente de declarar la guerra al narcotráfico. Él, personalmente, asume en esta causa. Él me lo dijo, en una reunión privada, donde lo vi con los ojos lagrimosos, que habló con su familia de lo que implicaría esta ofensiva y las consecuencias. Él me preguntó si lo acompañaría hasta el final y le dije que sí”, dijo.
Rojas dijo que, con el asesinato del periodista Pablo Medina y su asistente Antonia Almada, se dejó en claro que el crimen organizado perdió los códigos.
“Fue un claro ejemplo de que se perdieron los códigos. Como nunca, el pueblo acusó el recibo del mensaje del narcotráfico y es el ciudadano común el que dijo: ‘Basta’. La prensa se hizo eco y la clase política tomó una acción”, señaló a la 730 AM.
El titular de la Secretaría Antidrogas, afirmó que el combate al narcotráfico tendrá consecuencias. “Claro que va a tener una repercusión, yo te digo que va a haber problema. Ahora ellos se sienten amenazados y van a reaccionar”, aseveró.
No atienden el teléfono. Rojas dijo que, dentro de las filas del crimen organizado, existe un malestar generalizado. “Pasa que mucha gente que recibió dinero de esta estructura ahora no les atiende el teléfono y es un pacto que no se cumplió. Esto está generando molestias”, refirió.
“La Senad va a decir la verdad que tenemos. Esto es una cuestión de convicción y coraje, estamos listos para lo que venga”, concluyó Luis Rojas.
Este jueves, el senador Arnaldo Giuzzio, leyó un informe contextual presentado por la Senad, donde se menciona la presunta vinculación de varios parlamentarios con el narcotráfico.
Entre los nombres mencionados, se incluye a los diputados Freddy D’Ecclesiis, Bernardo Villalba, Marcial Lezcano y al diputado suplente Carlos Rubén Sánchez Garcete, alias Chicharõ.
