El supuesto cerebro de la banda, también posee orden de detención. Se trata de Saturnino Martínez García, quien ya posee antecedentes, según el agente fiscal.
Cinco desconocidos fueron quienes perpetraron el robo. Los marginales se desplazaban en un automóvil de la marca Toyota, que luego del asalto fue lanzado a un arroyo en la localidad de San Miguel del Monday del distrito de San Cristóbal.
Los investigadores señalaron que hubo comunicación entre el supuesto jefe de gavilla y los empleados de seguridad. Martínez fue quien habría persuadido a los guardias a entregar a sus compañeros de trabajo. El fiscal sostuvo ayer que Adrián de Jesús permitió que uno de los delincuentes entrara con el quepis puesto al local, mientras Arnaldo dejó en la planta baja su arma de fuego, cuando subió a almorzar en la planta alta del local, según el agente fiscal.
La sospecha de la complicidad de algunos de los funcionarios había saltado, luego de que agentes de la División de Investigación de Delitos confirmara que uno de los delincuentes intimidó a la gerente, Elisa Hoeffh, señalándola que conocía el nombre y dónde estudiaban sus hijos, para exigirle que abra la caja fuerte. (E.M.)