Según datos de la banca matriz, desde su creación, hace 72 años, lleva acumulada una inflación (pérdida del poder adquisitivo) de más de 300.000%. Esto provocó que se vayan añadiendo ceros al guaraní original a lo largo de los años, junto con la incorporación de billetes de mayor denominación, como el G. 100.000, en 1998.
A pesar de haber alcanzado este nivel de depreciación, mantiene su fortaleza. Países como Argentina y Brasil se vieron en la necesidad de cambiar varias veces de nombre a sus unidades monetarias. Mientras Argentina pasó del peso al austral y volvió al peso, tras pasar el proceso de convertibilidad, Brasil pasó del cruzado al cruzeiro y luego al real. Entretanto, a principios del 2000, Ecuador se vio en la necesidad de abandonar el sucre como moneda oficial y dolarizar su economía.
A criterio del titular del Banco Central del Paraguay (BCP), Carlos Fernández Valdovinos, la fortaleza de nuestra moneda se debe a que no hubo cambios radicales de gobierno, como sufrieron otros países de la región, lo que a su vez se complementó con el mantenimiento de la prudencia fiscal y monetaria a lo largo de estos años.
“La sociedad paraguaya tiene una característica que para algunos es positiva y para otros negativa, pero en términos de estabilidad económica fue importante. Hablábamos con el ministro de Hacienda (Santiago Peña), todo el barullo que se armó cuando se empezó a discutir la posibilidad de subir el déficit (fiscal) de 1,5%, lo que muestra el gen del paraguayo conservador en términos de política macroeconómica, lo cual sirvió 70 años”, señaló.
Agregó que la banca matriz nunca fue “la maquinita” para financiar déficits públicos, lo cual permite mantener la estabilidad de la moneda desde hace setenta años.
HISTORIA. El 5 de octubre de 1943, con el Decreto Ley Nº 655, se estableció el Régimen Monetario Orgánico de la República del Paraguay, cuya finalidad fundamental era instituir una nueva unidad monetaria a fin de asegurar la estabilidad, fortalecerla y reafirmar la independencia y soberanía monetaria. En ese contexto, el Banco de la República del Paraguay, actualmente BCP, determinó los materiales, el diseño, las leyendas y demás características de los billetes y las monedas.
Se instituyó el nombre de guaraní para la unidad monetaria creada, siendo dividida en 100 partes iguales, denominadas céntimos. Los billetes y las monedas con la nueva denominación se encuentran en circulación desde 1944 hasta nuestros días.
Los primeros billetes emitidos tenían medidas variables conforme a su denominación. Recién a partir de 1963, se cuenta con billetes de tamaño uniforme.