Las agrupaciones explicaron, en un comunicado conjunto, que enviarán una delegación a EEUU los próximos días en coincidencia con la cumbre que celebrarán en Florida el presidente estadounidense Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, cuyo Gobierno ha protestado también por la instalación del THAAD.
Los delegados de estos grupos celebrarán manifestaciones ante la Casa Blanca y enviarán una carta a Trump y a la ONU para expresar su rechazo en la que subrayan que la decisión adoptada por la Administración Park “debería dejar de ser válida desde el momento en que fue destituida” el pasado 10 de marzo, según el texto.
Seúl y Washington aprobaron en julio pasado el despliegue en el centro de Corea del Sur del THAAD (siglas en inglés de Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud), un escudo para interceptar misiles lanzados por Corea del Norte que puedan caer sobre territorio surcoreano.
En Corea del Sur la decisión fue duramente criticada por varios partidos de la oposición y por agrupaciones pacifistas y de izquierda, que consideran que la medida empeora los de ya por si pésimos lazos de Corea del Sur con el Norte, con quien técnicamente aún sigue en guerra desde hace casi 70 años.
También han mostrado su rechazo Moscú y especialmente Pekín, que considera que el THAAD puede interferir en sus sistemas de defensa y que como represalia ha implementado un boicot económico encubierto contra empresas e intereses surcoreanos.
El grupo, en el que se integran dos organizaciones budistas, dos cristianas y el Consejo Nacional para la Soberanía Popular, una de las organizaciones más activas en las recientes protestas contra Park, piensan también llevar a cabo manifestaciones frente a la embajada de EE.UU. en Seúl a partir del 5 de abril.
Tras la destitución por corrupción y abuso de poder de la conservadora Park, que ingresó en prisión preventiva por estos motivos el pasado 31 de marzo, Corea del Sur celebrará elecciones presidenciales el próximo 9 de mayo.
El claro favorito en los sondeos para ser nuevo presidente, el liberal Moon Jae-in, no ha mostrado su rechazo total al THAAD pero si ha sugerido que Seúl debería revisar la decisión de desplegarlo, que según él se adoptó de manera precipitada.