El director de Obras Particulares de la Comuna capitalina, ingeniero Carlos Halke, explicó que cada locatario o empresa que explote los negocios internos están obligados a tramitar ese documento individualmente en pos de la regularización.
“Cuando se presenta el proyecto original y va a empezar la construcción del edificio, se aprueban los planos sin la terminación, sin los detalles de cómo va a ser adentro. Luego se alquilan los salones que cambian los accesos, los sanitarios, introducen depósitos de mercaderías o probadores. Estos ajustes deben ser aprobados por la institución municipal”, precisó el profesional.
Puntualizó que “ya se tiene una línea clara de que la parte de tiendas tiene que tener ciertos requisitos y el sector de gastronomía otros totalmente diferentes. Pero fundamentalmente hay ajustes que deben ser fiscalizados para que puedan ser aprobados por la Comuna. Es un proceso muy dinámico y depende de cada actividad que se va a desarrollar dentro de cada shopping”.