Ante la fuerte afluencia, las autoridades debieron habilitar una sala con capacidad adicional de 2.500 plazas no lejos de la iglesia bautista Friendly Temple Missionary. Dentro del templo, con capacidad para 5.000 fieles, sonaban los cantos de gospel ante un ataúd gris flanqueado de retratos del difunto.
En momentos en que la calma parece haberse restablecido en este pequeño suburbio de Saint Louis, tras días de violentos enfrentamientos, la ceremonia se realizó entre fuertes medidas de seguridad. Entre las personalidades presentes en la ceremonia se encuentra el líder de los derechos cívicos, Al Sharpton; el reverendo Jesse Jackson, el cantante de rap Snoop Dogg, tres funcionarios de la Casa Blanca y el director de cine Spike Lee.
“Debemos hablar de temas raciales, debemos hablar de tensiones raciales y luego debemos hablar de la manera de erradicarlas”, expresó antes de la misa Jane Brandon Brown, embajadora de God International Ministries, una red de pastores.
Con la cara visiblemente marcada por el dolor, la madre del difunto apareció vestida de rojo. El padre llamó a una “jornada de silencio” y de calma, pidiendo “una jornada apacible” antes del inicio de la ceremonia. afp